El Sevilla gana el derbi con lo puesto

En el Betis, sus ojos son extraños. Su presión estranguló al Sevilla en el derbi, lo aisló en su área y lo obligó a deshacerse rápidamente del balón. Borja Iglesias se impone a Diego Carlos. Es un peligro que acosa la portería de Bono. Se urge Pellegrini, Oro (Vigilado) crece, Reclama Canales (Canales). Todo va muy bien. El verbo se hace carne. Lo único que falta es el gol, que marcará un buen comienzo. [1-0: Narración y estadísticas]

Estaban a punto de conseguirlo en el minuto 8. El panda atrapó una pelota en el borde del área y disparó a media distancia. Este juego hizo que Bono abandonara la pista, y este último saltó rápidamente hacia un lado, incapaz de bloquear el balón. Canales rechazó el partido, pero el gol del marroquí hizo todo lo posible por recuperarse, en el último minuto tocó el derribo punible, palmeó el balón y evitó el gol.

El partido lucha por deshacerse de la presión de los competidores, el mediocampo y los ejercicios poco imaginativos. Fekir y Papu Gómez, las personas elegidas para fantasear con sus respectivos equipos son inestables e imprecisas. Sin magia, el área solo tiene clavos de metal y un centro cálido. Obsesionado. Honor confuso. El día 25, cuando su gente estaba más incómoda, Navas apareció junto a él. Como si pasara, como si acabara de bajarse en Ponce de León, recibió un balón allá, empujó hacia adelante, miró hacia la zona de estacionamiento y se lo puso en los pies de En Nesiri (En-Nesyri), arrojado al objetivo de la visita. Víctor Ruiz y Mandi lo persiguieron, pero el marroquí lo controló bien y ya había disparado al blanco entre las cejas. Joel salió a cazar, pero el delantero de Nervión lo derribó, y disparó a la red desde un ángulo bajo y tacones muy altos.

Los objetivos no deben alcanzarse, se logran o no. Y lo neuropsiquiátrico es el buen momento de Verdi Blanco que no tiene un propósito arquitectónico y la supervivencia como meta. Después de todo, hay metas.

Tras el descanso, el Betis actuó más tonificado, vertical y entusiasta. Sevilla esperó metódicamente, sin músculos exigentes, y no supo de dulzura. Joaquín y Juanmi llegaron a un empate. Lopetegui respondió a Rakitic y Óliver Torres para darle más cuerpo a la médula ósea, adormecer y domesticar el fútbol antes de que el Betis lance todo. Fueron los mejores momentos para los locales, el cansancio del Betis relajó el cordón y la ropa blanca se precipitó al área de Joel. Dos tiros de Rakitic y En-Nesyri casi fallaron. Ni el ímpetu de Joaquín ni la velocidad de Álex Moreno pudieron perturbar la equilibrada defensa del Sevilla. Con goles desfavorables, el Sevilla ha estado bajo feroces ataques y anotó los tres puntos.www.camisetasfutbolbaratases.com

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